● Don Quijote de la Mancha: Tal vez, la novela más importante de todos los tiempos, clásico indiscutible de la literatura mundial, El Quijote y Sancho recorren caminos como observadores participantes de un mundo que ya no acepta los antiguos ideales de la caballería (siglo XVI) ser caballeros andantes en búsqueda de mérito y rectitud en nombre de una dama, es un ridículo absoluto, pero cuidado, lo que parece locura de atar, desface y desfachatez, nos guarda estupendas, jugosas y profundas sorpresas.
● Orgullo y prejuicio: “Orgullo y prejuicio” es clásico indiscutible de la literatura inglesa si bien por temática podría ser que las generaciones actuales relegara al olvido las novelas de Jane Austin como desfasadas y aberrantes, cimentada en valores caducos e indignos para una era de desconstrucciones y experimentos como la nuestra, pero no, las novelas clásicas de esta estirpe brillan más que nunca hoy en día, leídas por nuevas generaciones y releídas por las no tan nuevas.
● Divina Comedia: La “Divina comedia” no es una obra fácil, si bien cómo relato esta repleta de extraordinarias descripciones, paisajes del cielo y el infierno, imágenes increíbles, muestra al hombre frente a lo absoluto ante su propio destino que para Dante y su época es metafísico y su lenguaje el símbolo. Mucho de lo que sabía Dante, para nosotros es Misterio, nos hemos alejado tanto de nuestra raíz, prefiriendo arrimarnos a continuas y fatuas novedades, deslumbrados por oropeles menores de anodina fluorescencia, mientras la maravilla verdadera calla, ante la ignorancia que hemos preferido. La Divina Comedia es una puerta que sin duda puede ser abierta, es un interminable maravilloso, que nos abre hacía ese saber de dos filos, el filo de las cosas de acá abajo, y el filo de las cosas de arriba; el misterio.