Según relata el propio Gibbon, el 15 de octubre de 1764, mientras meditaba entre las ruinas del Capitolio en Roma, tuvo la inspiración de escribir sobre la decadencia y caída de esa ciudad. Este proyecto estaba intrínsecamente ligado a su trayectoria vital e intelectual. Gibbon era un gran erudito, interesado en una amplia gama de disciplinas, de mentalidad ilustrada y contrario a los prejuicios y supersticiones. Su admiración por la civilización clásica lo motivó a buscar en la historia las causas del progresivo deterioro de los ideales de libertad política e intelectual. La versión abreviada que se presenta aquí, preparada por Dero A. Saunders en 1952, condensa lo más relevante de esta obra monumental, p
rincipalmente su primera mitad. Sin duda, Decadencia y caída es una obra fundamental para comprender los fundamentos de la cultura occidental.