Benito Pérez Galdós (1843-1920) es un destacado escritor español, conocido como uno de los principales representantes del realismo en España y posiblemente el novelista más influyente después de Cervantes. Su vasta obra incluye novelas, episodios nacionales, obras de teatro, y diversos escritos. Inicialmente, Galdós estudió Derecho en Madrid pero abandonó para dedicarse a la literatura, influido por el krausismo y las corrientes progresistas y anticlericales. Su carrera literaria comenzó con novelas románticas como La Fontana de Oro. Sin embargo, a partir de 1881, se adentra en el naturalismo con obras como La Desheredada y Fortunata y Jacinta. Más tarde, exploró temas éticos y religiosos en su ciclo espiritualista con novelas como Tristana y Nazarín. También contribuyó a la reforma teatral con el estreno de Electra en 1901. Galdós tuvo una vida política activa y murió en 1920 en Madrid, siendo ciego y en penurias económicas.
La obra prolífica de Galdós se destaca como uno de los momentos culminantes del realismo en la literatura española. A pesar de que en generaciones posteriores se le haya percibido a veces como un escritor arraigado en un estilo anticuado y carente de innovación, su producción es notablemente más rica y moderna de lo que a menudo se le atribuye. Aunque Galdós se esforzó por plasmar con fidelidad la realidad española, su estilo fue todo menos simplista. Su escritura se erige como un espejo genuino y brillante que refleja lo que él mismo denominaría una sociedad viva y palpable, digna de ser novelada.
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