Doce historias incluyen este episodio. Este cura católico, insignificante, casi humorístico con pura honestidad, tiene un cerebro privilegiado y es la única intuición para leer en los senos del corazón humano. Pero su bondad natural, su lectura ética del Evangelio, no le permite juzgar y condenar: resuelve el crimen, pero trata de salvar al criminal. Esto contrasta con el pecado capital que Albert Camus condenó en The Fall.