Este breve libro se caracteriza por dos aspectos sobresalientes: la publicación de los manuscritos económico-filosóficos de Marx, y el análisis que realiza Erich Fromm para evaluar los argumentos marxistas sobre la naturaleza humana, la persona y su espíritu independiente. El autor ahonda en estas ideas para posicionar a Marx como un existencialista espiritual, al mismo tiempo que enfatiza el realismo de su materialismo histórico y socialismo, a fin de contrarrestarlas con la reflexión sobre la alienación humana en la sociedad industrial.