Guardini profundiza en la idea de que la verdadera humanidad se encuentra en el conocimiento de lo divino. Para él, este conocimiento es esencial para responder a preguntas fundamentales sobre la existencia humana, como ¿quién soy? y ¿por qué existo?.
La búsqueda de respuestas a estas preguntas no puede realizarse de manera completa y significativa sin una comprensión de lo divino. El conocimiento de lo divino proporciona un marco trascendental que permite a las personas comprender su propia identidad y propósito en un contexto más amplio.