La literatura de nuestro siglo contiene toda la experiencia vital del hombre moderno. Es el punto de encuentro entre vanguardias y tradiciones, un producto de una historia llena de cambios vertiginosos y a menudo marcada por la violencia de las transformaciones. Es un testigo privilegiado de un mundo en constante crisis y un territorio creativo fascinante. A medida que el siglo XIX llegaba a su fin con monumentos literarios sin igual, muchas mentes agudas se preguntaban si sería posible, en el alba del siglo XX, superar o igualar a gigantes como Tolstói, Balzac, Dickens o Flaubert. Sin embargo, al acercarnos al final del siglo, las llamas de la era moderna continúan ardiendo con un brillo incesante. Estas mismas interrogantes del pasado han inspirado a autores de renombre mundial. En la literatura contemporánea, los nombres destacados persisten, y seguirán surgiendo hombres y mujeres que explorarán los misterios insondables de la condición humana.