Safo, la mítica poetisa griega, nació probablemente en Mitilene, Lesbos, alrededor del 600 a.C., durante una época crucial para el desarrollo de la lírica occidental en esa isla. Su vida personal es en gran medida un misterio, pero sabemos que su mundo giraba en torno a un círculo íntimo de amigas, un entorno que ella misma llamó la casa de las servidoras de las Musas. En este contexto, Safo exploró el amor en todas sus formas: añoranzas, celos, despedidas, utilizando su don poético para evocar emociones poderosas y nuevas en el espíritu humano.
En sus versos, Safo fusionó la sensualidad, el deseo y la espiritualidad en una búsqueda de valores nuevos y contrarios a los tradicionales, especialmente la búsqueda de la belleza. A lo largo de los siglos, destacados autores como Platón, Catulo, Petrarca, Ronsard, Leopardi, Hölderlin, Byron y Rilke han admirado y celebrado la obra de Safo, considerándola una de las cimas indiscutibles de la poesía universal.