FRANZ KAFKA
Franz Kafka, destacado novelista del siglo pasado, ha construido prominentes símbolos que representan lo absurdo de una existencia limitada en sí misma. Su renombrado nombre nos trae a la mente la imagen de la desesperación humana frente a la burocracia y esa alienación deshumanizadora. Sin embargo, su significado trasciende lo social y contemporáneo, penetrando en lo más íntimo de la experiencia de vivir. Nacido el 3 de julio de 1883, en el seno de una familia humilde de judios checos al sur de la Bohemia. De relación compleja con su padre y su madre, fue a su vez primogénito de seis hermanos (tres hombres y tres mujeres), de los cuales sobrevivieron 3. Concluido el bachillerato, y después de muchas vacilaciones, Kafka decide ingresar a la carrera de Derecho e ingresa en la Universidad Alemana de Praga, de la cual se gradúa en 1905. Entre esos años conocería a quien sería su amigo, editor y el rescatista de gran parte de su obra: Max Brood. Al mismo tiempo de ver su salud quebrantada y tras haber estado en sanatorios y trabajar en Seguros, empezó a dedicarse con más afán a la escritura, viendo su primera publicación en 1908 bajo el título de Contemplación.
Tras pasar con tiempo con su amigo Max y estar al tanto de las novedades literarias de Praga, se darían a conocer fragmentos de su novela El desaparecido (América), así como los relatos La condena, escrito en una sola noche del mes de septiembre y, su obra más conocida, La Metamorfosis (titulada por él como La transformación). Gregorio Samsa se despierta una mañana convertido en un enorme insecto, y que, a pesar de todo, sigue viviendo allí en su cuarto, tolerado resignadamente por la familia, y viendo con sus ojos de insecto, el desarrollo de su vida como si nada hubiese pasado. Escritor íntegro, aunque fustigado siempre por su salud precaria, su desinterés por publicar y sus relaciones amorosas fallidas (Felice, Julie, Milena y Dora), todo se compaginó con una seria hemorragia y el consiguiente diagnóstico de tuberculosis pulmonar, lo llevaron a retirarse varios meses a una granja que su hermana Ottla administraba en Zurau, aldea del norte de Bohemia. Durante seis años alternaba su residencia entre Praga y una serie de pueblos y sanatorios donde la enfermedad lo obligaba a recluirse. Sin embargo, y pese a todo, logró escribir (aunque publicadas póstumamente), tres grandes novelas: la ya mencionada América, El Proceso y el Castillo.
Después de Kafka, ningún escritor ha sido ajeno al mundo que él extrajo de los pliegues más intrincados, y a la vez evidentes, del alma humana. Las dinámicas con el poder, especialmente con un poder absurdo, como iluminará años más tarde Camus, son un testimonio del impacto que el universo kafkiano ha dejado en las relaciones entre el individuo y la sociedad. Su obra, oscura y pesadillesca, dio origen a un nuevo tipo de resistencia vital, y los motivos tenebrosos del terror estaban velados en esa ausencia que, en última instancia, puede ser la esencia de toda su creación. La autenticidad inclemente del mundo kafkiano, con su visión parabólica de la terrible realidad histórico-social que envuelve al ser humano contemporáneo, válida completamente el juicio del poeta inglés W. H. Auden: Si tuviéramos que identificar al autor que estuvo más próximo a tener con nuestra época la relación que Dante, Shakespeare y Goethe tuvieron con la suya, Kafka sería el primero en venir a la mente. La popularización del adjetivo kafkiano como sinónimo de lo absurdo y siniestro habla elocuentemente de la perdurabilidad y pertinencia de su legado literario.
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Los libros de Franz Kafka están orientados para un público: Lectores interesados en la literatura del absurdo y la alienación existencial. Amantes de narrativas que exploran el aislamiento, la burocracia opresiva y el sinsentido de la vida moderna. Interesados en temas de culpa, juicio y la relación del individuo con el poder autoritario. Seguidores de historias que retratan la angustia y la desesperación en situaciones aparentemente cotidianas. Lectores que buscan una prosa inquietante y simbólica que desafía la lógica convencional. Estudiosos de la psicología del miedo, la ansiedad y la impotencia frente a fuerzas desconocidas. Interesados en personajes que se enfrentan a dilemas existenciales sin salida clara. Amantes de relatos que, bajo su simplicidad, esconden profundos cuestionamientos sobre la naturaleza humana y el destino. |
