La vida enmascarada del señor de Musashi (Nuevo)

JUN'ICHIRO TANIZAKI

                             

Junichiro Tanizaki, autor prolífico, el cual es considerado, junto con Kawabata, Mishima o Kobo Abe, uno de los principales exponentes de la literatura japonesa del siglo XX. Su vida abarcaría los tres reinados imperiales modernos de Meiji, Taisho y Showa. Nacido en 1886, en Nihombashi, en el distrito comercial de tierras bajas, cerca de la bahía de Tokio, sería desde pequeño, un muchacho brillante que, tanto en la escuela secundaria como en la preparatoria, se distinguió por sus altas calificaciones. Fue admitido en la Universidad Imperial de Tokio en 1908, donde combinó sus estudios con los inicios de su actividad literaria y con una vida desordenada y bohemia, en la que el refinamiento de la juventud dorada de la capital se sumaban los influjos de sus clásicos occidentales, por lo que siempre sintió gran afección, más que por la cultura en sí. 

La literatura, al tiempo que refleja las costumbres de una época, avanza un paso por delante de los tiempos e indica la orientación renovadora del cambio. Estás palabras dichas por él en un ensayo reflejan su obra, su visión y su gran narrativa, la cual comienza luego de que este abandonara sus estudios en 1909. Su primera obra (luego de haber publicado una obra de teatro), El tatuador, fue publicada en 1910. Un relato donde aquella ironía tan cargada de erotismo, pero de un profundo realismo, nos da las primeras pinceladas de su narrativa. Que continuará cosechando éxitos con Hay quien prefiere las ortigas, Cuento de un Ciego e Historia de Shunkin.

Después del terremoto de 1923 se trasladó de la cosmopolita zona de Tokio a la región más tranquila y culta de Kioto-Osaka, escenario en el cual publica otra de sus grandes obras: Las hermanas Makioka: Un conmovedor y a la vez inclemente panorama de una familia y de la sociedad japonesa que se encontraban al borde del abismo de la modernidad. Repleta de evocadoras y delicadas representaciones de las tradiciones de la aristocracia japonesa, la obra capta tanto las normas sociales como la angustia más íntima de sus personajes principales. Siguiendo la misma tónica escribiría La llave, Diario de un viejo loco y La vida enmascarada del señor Musashi,

Descontento con las corrientes literarias de su tiempo, que se manifestaban principalmente a través del naturalismo, el autor buscó la belleza genuina en el arte. De manera audaz y magnífica, pintó un retrato del mundo de los sentidos, describiendo de manera perfecta pero metafórica los deseos carnales. Siendo un escritor prolífico que no solo se aventuró con valentía en el estilo novelesco, sino que también destacó en el ensayo. Uno de los cuales  es Elogio de la sombra, un ensayo excepcional donde Tanizaki elabora con gran refinamiento una idea esencial del pensamiento oriental: La belleza de la sombra y lo verdaderamente japonés.

En sus últimos años, Tanizaki perseveró en su labor literaria y fue objeto de reconocimientos por su valiosa contribución a la literatura japonesa, manteniéndose como un eterno candidato al Premio Nobel. Su vida llegó a su fin el 30 de julio de 1965 en Yugawara, Japón. Siendo considerado como un autor ineludible en el panorama literario del siglo XX.