El principito (Zig-Zag) (Usado)

ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY

Antoine Marie Jean-Baptiste Roger de Saint-Exupéry, mejor conocido simplemente como Antoine Saint-Exupery, fue aviador, piloto civil y de guerra, ensayista y poeta. Fue, después de Vigny, Stendhal, Vauvenargues y algunos soldados o marinos, uno de los pocos novelistas y filósofos de la acción que haya producido Francia. El tercer hijo de una familia aristocrática, experimentó una infancia dichosa en las propiedades familiares, a pesar de perder a su padre a la edad de cuatro años. Su madre, una mujer sensible y culta, influyó profundamente en él, manteniendo una extensa correspondencia a lo largo de su vida. Desde temprana edad, mostró un interés apasionado por la mecánica y la aviación, recibiendo su bautismo de aire en 1912 y manteniendo viva esa pasión. Aunque inicialmente buscó una carrera en la Escuela Naval y en Bellas Artes, eventualmente se inclinó hacia la aviación, aprendiendo a ser piloto durante su servicio militar. Sin embargo, las objeciones de la familia de su novia impidieron que se uniera al ejército del aire. En cambio, aceptó varios trabajos mientras frecuentaba círculos literarios.

El año crucial de 1926 marcó un cambio significativo en su vida con la publicación de El aviador y la obtención de un contrato como piloto de línea para una compañía de aviación. Este período marcó el inicio de su doble carrera como escritor y aviador, sentando las bases para sus futuras hazañas literarias y aéreas. A partir de entonces comenzaría su breve pero profunda narrativa. De las primeras, Tierra de hombres, es una bella colección de ensayos (recopilada gracias a Andre Gide), algunos de los cuales tienen forma de cuentos. Relato del primer viaje por encima de los pirineos, de los camaradas, sobre el avión y el planeta, repleto de paisajes celestes, oasis, descenso en el desierto, entre moros y revelación del dia en que, perdido en las arenas de Libia, estuvo a punto de morir de sed. Una novela que nos habla de la grandeza del hombre. Durante la Segunda Guerra Mundial luchó con la aviación francesa en misiones peligrosas, en especial sobre Arras, en mayo de 1940. Con la caída de Francia marchó a Nueva York, donde contó esta experiencia en Piloto de guerra (1942). El libro es la meditación del piloto mientras vuela hacia Arras y ya de vuelta entre los obuses y los cazas enemigos. Una muy hermosa meditación. En donde todos los hombres sienten que están en un combate sin esperanza, en donde mantienen la disciplina del ejército y la unidad de Francia. Un año después, publicaría la que sería una de las obras literarias más leídas de todos los tiempos: El principito, en donde opta por la parábola infantil, pero presentada bajo la forma de una fábula llena de lirismo, y profundamente metafísica.

Desde 1943, Saint-Exupéry buscó unirse a las fuerzas francesas en África del Norte, continuando sus misiones aéreas desde Cerdeña y Córcega. Trágicamente, el 31 de julio de 1944, su avión desapareció en el Mediterráneo. La prosa rigurosa de Saint-Exupéry, con su desnudez retórica que garantiza la eficacia del relato de acción, revela un estilo literario que se asemeja a A. Malraux en la conciencia de la aventura humana, a J. Giono por su lirismo cósmico y a G. Bernanos por su búsqueda del absoluto. La esencia de su pensamiento y vigor se resume en la afirmación de Shelley: La alegría del alma está en la acción. Con esta convicción, Saint-Exupéry dejó un legado literario imperecedero.