Concebir el pasado y sus frutos como mero inaudito, o sino como conjunto de condicionamientos disfuncionales ante lo que corresponde como única opción la purificación absoluta, parece ser una extraña tendencia que va cobrando adeptos rápidamente, este extraño nuevo lugar común, aún no ha logrado imponerse con la suficiente fuerza, o si no, libros como estos hubiesen sido imposibles:
En Viva el latín Nicola Gardini entusiasta profesor de literatura y latín busca con sencillez claridad y buena pluma compartir su entusiasmo por este idioma madre de occidente, para el autor el latín tiene una función profunda formadora y expresiva que está en la base misma de quienes somos, adentrándonos en su complejidad -plantea el autor- pesquisando su sentido etimológico y disfrutar de su belleza estilística es una felicidad particular y necesaria.
El entusiasmo de Gardini no desmerece como ingenuidad intelectual sino más bien se asemeja a ese acto que muchos vivimos en uno y otro momento frente a una u otra maravilla creada o descubierta de la cultura humana del pasado o del presente que como vivencia nos inflama nos renueva y favorece, atemperando, calentando más bien, nuestra curiosidad hacia adelante por derroteros que se avecinan y que sin duda son hitos formativos individuales y también colectivos.
El entusiasmo vivido y sincero en primera persona es el combustible que nos va dejando cada página y esto me hace pensar en obras que estos últimos años han visto merecido éxito y que tienen en común el recordarnos lo amable de las grandes obras del pasado El universo es un junco es un excelente ejemplo de Irene Vallejo y este otro más controvertido pero que no deja de ser interesante y provocativo:
Madre patria de Marcelo Gullo, que siguiendo la estela afianzada por libros como Imperiofobia y la leyenda negra en terreno del ensayo histórico, busca desorientarnos al golpear una serie de lugares comunes en los que crecimos y creímos o creemos casi todos, desde las más tiernas mocedades (como se decía antaño). Por qué se nos enseñan los sucesos del pasado como historia contada objetivamente y no como lo que es; una sucesión de hechos cernidos por el tamiz de una época, de un autor, de una corriente particular de pensamiento, o sino buscando establecer una serie de verdades que muchas veces (si es que no siempre) sirve a potestades visibles claras u ocultas.
Marcelo Gullo presentará en su libro hechos del pasado referentes a la conquista de América que no se narran ni mencionan (comúnmente) y que son indispensables para comprender que sucedió y que no sucedió en América y España en tiempos de la conquista española, para el autor la historia que conocemos, la historia de la conquista de América, está tergiversada y con objetivos concretos, como por ejemplo el debilitamiento del sentimiento de pertenencia a una cultura hispánica común a todos los pueblos Americanos incluyendo a España, permitiendo así un desmembramiento territorial y cultural que favorece intereses geopolíticos foráneos que incluso al día de hoy sus consecuencias son completamente coherentes y funcionales al orden o modelo geopolítico que hoy prima de manera hegemónica.
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