Memorias de la casa muerta (Alba) (Nuevo)

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Fiodor Dostoyevski, nacido en noviembre de 1821 en Moscú y fallecido en 1881 en San Petersburgo, es considerado uno de los autores más importantes de la literatura universal. El autor consigue como nunca antes en la literatura, mostrar la complejidad y los vaivenes del espíritu humano. Contrastada con una modernidad indiferente y un progreso que rompe con todas las tradiciones, dejándonos en un mundo donde, como dice Nietzsche (gran lector de Dostoievski), los valores ya no valen.

Durante su juventud, Dostoyevski estudió ingeniería, pero luego se inclinó hacia la literatura, abandonando esa carrera. En 1849, fue arrestado por su participación en supuestas actividades revolucionarias y condenado a muerte, aunque la sentencia fue conmutada, minutos antes, por trabajos forzados en Siberia debido a su juventud.

El exilio en Siberia impactó a Dostoyevski, influyendo en su obra. En 1854, regresó tras ser liberado y luchó con problemas de salud y financieros, incluida la epilepsia que lo acompañó hasta su muerte.

Todas sus novelas, desde Pobres Gentes (con la cual consiguió una efímera fama) hasta su última novela, Los Hermanos Karamazov, presentan un retrato fiel y fidedigno de una Rusia que, al igual que las grandes ciudades de la época, se encontraba en un dilema entre el pensamiento mágico y el pensamiento lógico. En ese contexto, el ser humano había perdido su conexión original y esencial, se había roto de forma irreversible la armonía entre su interior y el mundo que lo rodeaba.

Además de mostrar esta complejidad en sus personajes, Dostoyevski ha traído consigo una renovación en las técnicas narrativas y estilísticas que influyeron en una infinidad de escritores posteriores y que marcarían los inicios de la novela moderna. Giovanni Papini, nos dice que hay algo más que podemos aprender de él: La fuerza milagrosa de vencer al propio destino y de extraer de los venenos de la vida la eterna bebida del arte.